lunes, 25 de octubre de 2010

¿Quién soy yo?

Para empezar, antes de hablaros de "Mi Proeza" quisiera darme a conocer a todos vosotros.
Bien, yo soy un padre de familia al que la vida no le ha tratado demasiado bien en lo económico, pues llevó unos 5 años para olvidar, pero el objetivo de este blog no es el de hablar sobre mi triste y difícil vida. Simplemente quiero aprovechar la oportunidad que nos brinda la tecnología hoy día para poder explicaros a todos "Mi Proeza".
Dicho esto, quería empezar con una fecha, "20 de junio de 2009". Esa es la fecha dónde mi vida empezó a dar un pequeño paso, pues en aquellas fechas no podría ni imaginarme lo que 16 meses después había logrado, ni yo ni ninguno de los médicos que me conocen.
Yo tenía obesidad morbida, pesaba 141,5 kilos, con una estatura de 1'70 m. Una brutalidad verdad, pues sí. Aparte de mis problemas que anteriormente os he citado, mí vida se estaba convirtiendo en un calvario, y me quedaría corto en realidad, pues mi excesivo peso me impedía en gran medida encontrar trabajo, pues seamos realistas, y no por ello estoy diciendo que toda la gente con este problema no pueda encontrar un buen trabajo, pero si somos realmente sinceros con nosotros mismos, podemos llegar  a la conclusión de que muchas de las puertas que se me cerraban, o gran parte de ellas era por la obesidad, porque ante todo, cuando vas a una entrevista de trabajo, la primera impresión que se llevan de nosotros es nuestro aspecto.
Yo por suerte encontré trabajo, eso sí temporal, pero dicho trabajo exigía un gran esfuerzo físico, y mi cuerpo no era precisamente un cuerpo para demasiados esfuerzos, ya que todo sobreesfuerzo físico con una obesidad importante, puede suponer una grave lesión, y de hecho a mí me salieron unas llagas enormes en las plantas de los pies, al estar con las botas obligatorias durante la jornada de trabajo recorriendo kilómetros de calles, ya que era barrendero, y mi pueblo no es que sean las calles planas, no nada de eso, lleno de cuestas y escaleras. Mis primeros 15 días fueron horribles, y no exagero al decir horribles, pues con los pies ensangrentados de unas llagas enormes que no se curaban y la calor y mí sobrepeso, fueron realmente dos semanas de penitencia.
Lo cierto es que esos 15 días tuvieron algo de satisfactorio, pues sin hacer ningún tipo de régimen estaba perdiendo peso, y no era de extrañar, trabajando bajo el sol abrasador del verano y bebiendo hasta 3 y 4 litros de agua en 6 horas, era suficiente motivo para perder peso.
Pasados esas dos semanas, me plantee el hacer dieta, pero tampoco debía de volverme loco, pues la calor y el esfuerzo que hacía cada día con mi notable sobrepeso, no era muy conveniente hacer una dieta rigurosa, pero si que me plantee enserio empezar hacer dieta, eso si suave.
Llegado el mes de octubre había logrado adelgazar 10 kilos, no era mucho eso es evidente, pero mira por donde se me acabo el contrato y no me renovaron, con lo que me quede de nuevo en el paro, y ello me desmoralizo bastante, pero me salió una oportunidad de trabajar a media jornada en diciembre en un gran centro comercial de reponedor de bebidas, no era ni mucho menos el trabajo de mí vida, pero era un trabajo, aunque lo de la dieta quedo a un segundo termino, pues no estaba anímicamente preparado para ello, y menos aún en Navidad.
Terminado el periodo Navideño me volví a quedar sin trabajo, hasta que el 20 de enero entre a trabajar en un supermercado como ayudante de frutería, dónde por suerte aún sigo trabajando. Una vez solucionado el problema del empleo, me lance de nuevo a la dieta. En enero del 2010 pesaba 131 kilos, y hoy 25 de Octubre de 2010 peso 101,5 kilos. Es cierto que aún sigue siendo un peso importante, y que debo bajar al menos 20 kilos más, y en ello estoy, pues hasta que no lo consiga, seguiré con mis trece.
Debo deciros que no he visitado a ningún medico para que me pusiera una dieta de esas que tienen prediseñadas para todo el mundo, la dieta me la impuse yo mismo. En Mayo pase la revisión medica del trabajo y los análisis me salieron perfectos, igual que la tensión, 12 de máxima y 8 de mínima, como un chaval. Antes de empezar adelgazar mi tensión no era demasiado buena, aunque tampoco es que fuese mala del todo, pero sin duda he conseguido mejorarla y los niveles de azúcar, colesterol y acido úrico están perfectos.
He bajado de pantalón de la talla 64 a la 52-50, de camisa de la 56 a la 46, me siento mucho más ágil, y descansado. Antes no podía ponerme los calcetines sin ayuda por que me ahogaba, ahora eso ya forma parte del pasado, un pasado que no quiero volver a vivir.
Me siento más joven y con unas ganas tremendas de vivir. Mis problemas económicos siguen siendo prácticamente los mismos, pero ahora los veo de otra manera, pues me siento capaz de todo. Tanto mi esposa como yo disfrutamos mucho más del sexo, y he conseguido tener más ganas de salir y disfrutar. Una experiencia irrepetible que por suerte vivo cada día.
Aparte del régimen que continuo haciendo, los días que tengo fiesta, que normalmente son los miércoles y domingos, los aprovecho para salir a andar al menos una hora sin parar, pues tan importante es la dieta como el hacer ejercicio, y el día que no salgo andar debo deciros que lo noto, por ello me lo he planteado como una obligación a la que por todos los medios intento no saltarme.

2 comentarios:

  1. te felicito y te deseo que consigas tu proposito. Tu fuerza de voluntad bien vale la recompensa de conseguirlo.haces bien en compartir tu azaña pues puedes ser el ejemplo para muchos con igual problema.Animo y adelante que tu puedes campeon!!!. http://kitabixo.blogspot.com/

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  2. Gracias por tus ánimos, y si puedes corre la voz de mi blog por internet... chao y gracias...

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