domingo, 31 de octubre de 2010

EN MI CASO...

En mí caso, no es que mi vida corriera un serio peligro por mí obesidad, pero si que es cierto que mi vida se estaba convirtiendo en un suplicio para hacer según que cosas.
El simple hecho de ponerme los calcetines era todo un suplicio, pues me ahogaba al intentarlo y siempre debía de recurrir a que mi esposa me los pusiera, si así es, y no me avergüenzo por ello, ya que era una realidad. Subir cuestas me suponía un esfuerzo sobre humano resintiéndose en mis piernas, mi espalda y mi corazón, pues se me aceleraba. Después de trabajar llegaba a casa destrozado.
Aunque no era ningún impedimento para hacer sexo, si debo reconocer que muchas de las posturas de las que hoy disfruto cuando hago el amor a mi mujer, simplemente hace 16 meses eran imposibles de realizar.
He logrado aumentar mi autoestima, y sentirme bien conmigo mismo como hace muchos años atrás. Ahora no tengo problemas para encontrar ropa en la mayoría de tiendas, no como antes que no solo tenía que ir a tiendas especializadas que me costaban un dineral, si no que nunca encontraba realmente algo que me gustara como me quedaba, pues nada me quedaba bien. Pero hoy todo ello a cambiado y para bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario